Olvidé decírtelo, ayer pasamos la noche en Estella en la casa de un amable caballero que, a pesar de la tormenta, vino con su automóvil detrás de nosotros personalmente para no deambular sin rumbo por la ciudad.
Cubrimos fácilmente los 21 kilómetros hasta Los Arcos. Aunque esta etapa del Camino es famosa por la multitud de servicios (tiendas, bares o restaurantes), la mayoría de ellos están cerrados. Ni siquiera teníamos un lugar para sellar el valioso Credencial.
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Los Arcos
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Principalmente seguimos caminos de tierra sin ningún lugar donde pueda sentarse a la sombra y tomar un merecido descanso, por lo que es una etapa bastante difícil desde este punto de vista con el calor del verano. Por supuesto, al llegar al destino normal (a partir de las citas en los sitios de perfil), ya esperábamos encontrar problemas para encontrar alojamiento, así que sin pensar demasiado nos dirigimos a
Vianna, creyendo que en la ciudad tendremos más buena suerte.
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Vianna
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Vianna
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La aventura continúa por caminos de tierra, pero también aceras pavimentadas o de cemento a la entrada de las localidades. Caminando tantos kilómetros (unos 48 kilómetros) a través de diferentes formas de alivio, encontramos muchos campos de cereales, olivares, pero también cultivos de espárragos, ya no pensamos en la fatiga que es obvia, creemos que somos muy bendecidos.
Llegamos a
Logroño, aunque oficialmente el albergue privado donde pasamos la noche estaba cerrado, recibimos alojamiento debido a una reserva online de una mujer francesa, lo que hace posible nuestro alojamiento.
Olvidé contarte sobre la comida que comimos en estos días: por supuesto, sándwiches, pero también latas con lentejas, frijoles con chorizo :)), que ni siquiera podíamos calentar, sino también ensalada.
Estamos agradecidos a todo el Universo.
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