viernes, 21 de agosto de 2020

Dia 17 - 11.07.2020

Hola queridos, parece que la edad ha hecho saber su presencia decir, ¡y me olvidé de decirles algo! En nuestro camino por los maravillosos pueblos, cuando todo se vuelve monótono y se llena de aburrimiento, cada vez viene  alguien a calentarnos el corazón.



Esta vez el "ángel" que vino a sacarnos de la monotonía es José, un "chico" español, que vive en Alemania y lleva el Camino en el alma, vino en bici desde Alemania y recorre todo el Camino y si no tiene problemas, también volverá a montar en bicicleta hasta Alemania. José se baja de la bici para seguirn nuestro ritmo y hacernos compañía una parte del recorrido. De historia en historia nos cuenta que visitó Rumanía y con pena nos dijo que no pudo verla toda.

La etapa de hoy continúa como el día anterior, pasando por zonas rurales y cruzando pequeños pueblos. En la primera mitad del recorrido, partiendo de 350 metros de altitud, se llega a los 725 metros de altitud, después del Hospital da Cruz.



Llegamos con bastante facilidad a Palas de Rei, atravesando enormes bosques de castaños. Al reservar el albergue nos encontramos con que es totalmente inaccesible con muchas escaleras, por lo que decidimos buscar otro. Finalmente encontramos otro albergue, pero por la culpa del Covid-19 los habitaciones comunes estan cerrados, así que conseguimos una habitación para nosotros solos.






Toda esta etapa me cansa mucho, no físicamente, sino mentalmente, porque pasando por muchos pueblos pequeños que no tenían bares y restaurantes, no tenía adónde ir al baño. Llegamos alrededor del mediodía, eran exactamente las 2 de la tarde, cuando terminamos los trámites de acomodación, y el resto del día no hacemos más que descansar.




miércoles, 19 de agosto de 2020

Dia 16 - 10.07.2020

Ayer me olvidé de contarte una historia, después de salir de Samos caminando aburridos y aún admirando los hermosos bosques de robles y castaños, en un momento nos encontramos con una chica que regresaba de Santiago a pie.

Entre otras cosas, tuve una relación con la señora cuando pude simpatizar con sus sentimientos durante la pandemia. Tuve un deja vu y fue como retroceder en el tiempo hace 8 años, unos meses después de mi accidente, cuando habían pasado meses desde que había visto los rayos del sol, excepto por la ventana, ni sentí el viento tocando mi cuerpo.


Quizás recuerdes a los que me leyeron "La Historia", en ese momento vivía con mi familia en un departamento, en un 2do piso sin ascensor, y para salir al aire era una verdadera aventura. Probablemente de aquí es el amor mio de salir en mundo, de ver las montanas, y el mar, de conocer los pueblos y la gente  y también mi deseo de motivar a otras personas a viajar, aunque al principio sea con miedo o vergüenza, pero luego puedo garantizar que vale la pena.








Volvamos al día de hoy, todo va sobre ruedas hasta que llegamos al albergue de Portomarín, cuando queremos hacer el alojamiento, notamos que no tenemos ningún documento de identidad. Locos, desempacamos nuestras mochilas para buscarlas y no entendíamos cómo ni dónde las podíamos perder, porque siempre las guardamos en mi bolso, y las demás cosas estaban todas en su lugar. 

Al desplazarnos por el día anterior, nos damos cuenta de que el último lugar donde los usamos fue en la recepción de la pensión en Sarria. Comprobamos si están ahí, y el señor del teléfono nos dice que se olvidó de sacarlos de la fotocopiadora y devolvérnoslos. El Señor se ofrece a enviárnoslos en taxi, para que no tengamos que volver a buscarlos, el descuido nos costó 25 euros.




Siendo los únicos peregrinos nuevamente en el albergue, el propietario nos deja usar la cocina, hacer nuestra propia comida y café, incluso usar los cubiertos y platos del albergue. El dueño del albergue nos cuenta que todos los días a las 19:00 hay un servicio para los peregrinos en la iglesia de San Nicolás.

Es la primera vez que asistimos a un servicio religioso al comienzo del Camino.

 Para nuestra sorpresa, cerca de 30 personas se reunieron en la bonita iglesia, los sacerdotes fueron muy amables y al final del servicio, se detuvieron para hablar solo con nosotros.


Una sensación de amor calienta tu corazón, ser un estranjero a miles de kilómetros de casa, cuando alguien te dice que eres una persona con un don y una misión especial. 

No esperaba que nadie me dijera eso

Todo es divino.

lunes, 17 de agosto de 2020

Dia 15 - 09.07.2020

 De Fonfria a Triacastela hay un descenso continuo, ya que empezamos por carretera bastante temprano y la niebla y las bajas temperaturas son fatigosas, el viento de frente hace aún más desagradable el descenso. Realmente no nos recuperamos después del día anterior y no tenemos ganas de hablar.








Al llegar a Triacastela paramos a tomar un café. Estamos en un dilema real, ¿adónde ir? ¿Por San Xil, un camino más corto en el valle o por Samos con 7,2 km más largo? Elegimos pasar por Samos para visitar el famoso monasterio, una hermosa carretera con impresionantes bosques de robles y castaños a ambos lados del río Oribio (Sarria).


En Samos buscamos el monasterio, antes mencionado, dedicado a San Julián fundado en el siglo VI, que lamentablemente está cerrado en las condiciones dadas, apenas logramos sellar nuestra credencial. Después de que dejamos la pequeña ciudad, apenas puedo mover los brazos, lo que pone a Vasi en un esfuerzo extra.



Con mucho esfuerzo llegamos a Saria, nos acomodamos en una pensión, porque nadie atendía el teléfono en el albergue. No estábamos muy inspirados porque el baño era muy pequeño y me era imposible ir al baño o ducharme.


 

Descansamos el resto del día sin preocupaciones, sabemos que los albergues estarán abiertos. Ni siquiera pensamos mucho en el mañana, pero para no aburrirnos, la vida nos mete en un lío mañana, que podríamos haber evitado hoy.

Sentimentos en Camino

Ahora que el Camino ha terminado físicamente, el viaje en sí, queda por analizar la parte más especial, la experiencia emocional. Me parece ...